P.E.C.T.A.

Hoy se inicia la temporada de caza de focas en Canadá, después de que hace pocas semanas el Gobierno canadiense sorprendiera a todos con un aumento de la cuota de 50.000 ejemplares con respecto al año anterior. Y eso a pesar de reconocer que escasea el hielo en la zona. En declaraciones a la cadena CBC la propia ministra canadiense de Pesca y Océanos, Gail Shea, reconoce que «las condiciones del hielo no son favorables este año, pero pueden cambiar, el hielo se mueve».

En total, la cuota aprobada es de 388.200 focas arpa, gris y encapuchada, una de las más altas en el último medio siglo, según Rebecca Aldworth, directora ejecutiva de la organización «The Humane Society», quien recuerda que en los años 50 y 60 la población de focas arpa se redujo rápidamente en dos tercios por un nivel de caza como el actual.

Declive de la población

Mientras los conservacionistas hablan de declive de las poblaciones de estos mamíferos marinos, la Administración de Pesca canadiense estima que hay unos 6,9 millones de focas arpa, «más del triple que en 1970»; 300.000 de focas grises y 600.000 de focas encapuchadas, «y continúan creciendo año tras año».

Sin embargo, estas cifras no casan con el declive de hielo que desde hace años se aprecia en esa zona del Atlántico noroccidental. Esa falta de hielo empuja a las crías hacia el océano antes de tener la fuerza necesaria para nadar grandes distancias. Tanto es así que en algunas zonas clave de cría se ha constatado casi el cien por cien de mortalidad de las crías de foca porque el hielo se derritió antes de que fueran capaces de sobrevivir en mar abierto. Es más, el propio Departamento de Medio Ambiente de Canadá confirma que 2010 registra la menor extensión de hielo en la costa este del país.

En los últimos años diferentes países han decidido prohibir el comercio de productos derivados de las focas. Fue lo que hizo el año pasado la Unión Europea, que vetó su importación salvo cuando procedan de la caza tradicional que practican los inuit, Sin el mercado estadounidense (prohibió la importación en 1972) y el europeo, las autoridades canadienses tienen un nuevo objetivo, China. El pasado enero la ministra de Pesca viajó a este país para promover nuevas oportunidades de mercado, una visita que incluyó un pase de moda realizada con piel de foca y que recibió «una cálida ovación», según la crónica que apareció en el diario canadiense «The Star».

Parece que los ejemplares que no mueran por la falta de hielo lo harán golpeados por los arpones y palos de los cazadores. Un millón en los últimos cinco años: la mayor matanza de mamíferos marinos de la Tierra.