P.E.C.T.A.


La corrida de Palha tuvo casta y poder para aburrir. La tarde iba poco a poco decantándose más a favor de los toros que de los toreros. Israel Lancho, en el sexto de la tarde se la quiso jugar sin miramientos, se dejó el toro algo crudo en el caballo y no terminó de dominarlo en la muleta. Se tiró a matar con convicción y cuando tenía medio estoque dentro el toro ya le había prendido por el vientre.

Los segundos que el toro mantuvo al diestro con gesto de dolor prendido del pitón derecho tuvieron que resultar largos y dolorosos.

Tan pronto pudieron quitar al animal de su cuerpo fue llevado a la enfermería sangrando abundantemente. La cuadrilla sabía que la cornada era grave. Rafael Corbelle, su apoderado, se temía lo peor "la cornada es grande pero puede haberle tocado el pulmón".

Pasadas las diez y media de la noche, el doctor Máximo García Padrós hacía público el parte facultativo: "Herida por asta de toro con orificio de entrada en hemitórax izquierdo con una trayectoria ascendente de 20 centímetros penetrante en cavidad torácica y orificio de salida en el 5º espacio intercostal. Neumotórax y Hemotórax.

Pronóstico muy grave. Intervenido bajo anestesia general y trasladado a la Clínica Virgen del Mar".