P.E.C.T.A.

Botox se convirtió en el tratamiento antiarrugas por excelencia. Los productos utilizados tienen por nombres “Botox“, “Vistabel” y “Dysport” mientras que Allergan, Ipsen y Globopharm las empresas farmacéuticas que proceden a su comercialización en Suiza. Estos productos se preparan a partir de la toxina botulìnica bacteriana. La botulìnica es un toxina muy potente, en realidad la sustancia más tóxica que se conoce actualmente, incluso más nociva que el arsenico antes de poder comercializar esta sustancia se prueba con animales de una forma muy cruel, millares de ratones sufren disnea, calambres y parálisis antes de morir.


Esta es la verdadera cara de los tratamientos a base de botox.

El veneno se inyecta en la cavidad abdominal de los roedores cada uno recibe la toxina. Luego se determina la dosis a la cual la precisamente la mitad de los animales fallece. Este método no es otro que la prueba LD50.
Un método cruel, e inaceptable, cuando se sabe que este podría ser reemplazado. Aunque es necesario que cualquier otro método sea validado en primer lugar por las autoridades encargadas de la autorización. Una validación implica la comparación entre los métodos de experimentación sin animales y la que se trata de sustituir, pero por el momento, los fabricantes de productos a base de botox no desean ponerse de acuerdo sobre un método de sustitución no basado en la experimentación animal.

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